Existe una gran variedad de parasitosis
intestinales, todas producen afecciones gastrointestinales, como vómitos,
diarreas, anorexia..., que son los motivos más frecuentes por los que se acude
a la clínica veterinaria. Aquí vamos a tratar las más comunes.
PROTOZOOSIS INTESTINALES
Coccidiosis
La producen varios grupos de protozoos que se asientan en las células epiteliales del intestino delgado; suelen producir alteraciones gastrointestinales sobre todo en cachorros, aunque también afecta a adultos inmunodeprimidos, estresados o con cierta predisposición genética. Suele ser más frecuente en perros de perreras o criaderos. Se contrae al ingerir los huevos que expulsan otros individuos a través de la heces.
Las infestaciones masivas, además de producir diarreas recurrentes, deshidratación y disminución de peso, pueden ocasionar la muerte del animal.
Giardiosis
La producen los Giardias spp., que se instalan en el intestino delgado, y se desconoce el número de especies que lo forman. Esta enfermedad con frecuencia es asintomática si bien puede producir diarreas y enteritis de diversa intensidad. Suele afectar a los animales más jóvenes o a los inmunodeprimidos.
CESTODOSIS INTESTINALES
Suelen ser afecciones asintomáticas, de modo que se perciben cuando en las heces del animal se encuentran los ejemplares de estos estróbilos, que en ocasiones pueden mostrar una gran actividad.
Tenia
Formado por multitud de variedades, llegan al perro a través de la ingestión de vísceras de animales infestados. Se asientan en el intestino delgado.
Echinococcus
En el perro es muy frecuente el Echinococcus granulosus, más conocido como hidatidosis; se asienta en el intestino delgado aunque el quiste hidatídico se produce en hígado y pulmones. En caso de producirse la única solución es estirparlo; por ello se recomienda la administración periódica de antihelmínticos prescritos por el veterinario y la no ingestión de vísceras de animales, sobre todo de ovinos.
NEMATODOSIS INTESTINALES
Ascaridiosis
Es una enfermedad producida por un conjunto de nematodos (vermes redondos) que en su estado adulto se alojan en el intestino grueso. Afecta con mayor incidencia a los cachorros. Al perro llegan mediante la ingestión de carne de animales infestados o por ingestión de huevos del medio, pero sobre todo a través de la placenta o a través de la leche durante la lactancia.
Según sea el estado de desarrollo del vermes los síntomas variarán. Si son larvas, el perro mostrará un cuadro clínico de alteraciones respiratorias; si son adultos, mostrará afecciones entéricas; por ello el tratamiento es distinto según sean larvas o adultos los causantes de la afección.
Ancilostomidiosis
Es producida por una infestación de helmintos debida a la penetración de nematodos hematófagos en el intestino delgado de los animales domésticos. Suele tener mayor incidencia en animales de criaderos, en realas de caza, etc. La infestación se produce por la ingestión de huevos por vía oral, por vía percutánea, transplacentaria o lactogénica, la más frecuente. El cuadro sintomático puede ser cutáneo o respiratorio, pero el signo clínico más evidente es la anemia.
Si no se hace una correcta y eficaz desparasitación, en cachorros muy jóvenes
puede provocar la muerte.
Trichurosis
Muy frecuente en animales silvestres. Afecta más a los adultos que a los cachorros, que se infestan al ingerir los huevos del suelo, más abundantes en zonas húmedas y de temperaturas adecuadas. Dado que los huevos son muy resistentes, el tratamiento es mejor profiláctico dado que la erradicación es difícil. Suele ir acompañada por otros parásitos.
Las parasitosis pueden afectar al hombre, por ello se hace imprescindible una desparasitación periódica determinada por el veterinario y mantener unas óptimas condiciones higiénicas.
Trichurosis
Muy frecuente en animales silvestres. Afecta más a los adultos que a los cachorros, que se infestan al ingerir los huevos del suelo, más abundantes en zonas húmedas y de temperaturas adecuadas. Dado que los huevos son muy resistentes, el tratamiento es mejor profiláctico dado que la erradicación es difícil. Suele ir acompañada por otros parásitos.
Las parasitosis pueden afectar al hombre, por ello se hace imprescindible una desparasitación periódica determinada por el veterinario y mantener unas óptimas condiciones higiénicas.